Leonardo Da Vinci:


Nació en 1452 en la villa toscana de Vinci, hijo natural de una campesina, Caterina y de Ser Piero, un rico notario florentino Italia era entonces un mosaico de ciudades-estados como Florencia, pequeñas repúblicas como Venecia y feudos bajo el poder de los príncipes o el papa.
Su enorme curiosidad se manifestó tempranamente, dibujando animales mitológicos de su propia invención, inspirados en una profunda observación del entorno natural en el que creció. Giorgio Vasari, su primer biógrafo, relata cómo el genio de Leonardo, siendo aún un niño, creó un escudo de Medusa con dragones que aterrorizó a su padre cuando se topó con él por sorpresa.
Cuando cumplió catorce años, ingreso como aprendiz en el taller de Andrea del Verrocchio, en donde, a lo largo de los seis años que el gremio de pintores prescribía como instrucción antes de ser reconocido como artista libre, aprendió pintura, escultura, técnicas y mecánicas de la creación artística. El primer trabajo suyo del que se tiene certera noticia fue la construcción de la esfera de cobre proyectada por Brunelleschi para coronar la Iglesia de Santa María di Fiori. Junto al taller de Verrocchio, además, se encontraba el de Antonio Pollaiuollo, en donde Leonardo hizo sus primeros estudios de anatomía y, quizá, se inició también en el conocimiento del latín y el griego.

Estimulado por la dramática peste que asoló a Milán y cuya causa veía Leonardo en el hacinamiento y suciedad de la ciudad, proyectó espaciosas villas, hizo planos para canalizaciones de ríos e ingeniosos sistemas de defensa ante la artillería enemiga.








Resultó sobre todo fecunda su amistad con el matemático Luca Pacioli, fraile franciscano que en 1494 publicó su tratado de la Divina proportione, ilustrada por Leonardo। Ponderando la vista como el instrumento de conocimiento más certero con que cuenta el ser humano, Leonardo sostuvo que a través de una atenta observación debían reconocerse los objetos en su forma y estructura para describirlos en la pintura de la manera más exacta. De este modo el dibujo se convertía en el instrumento fundamental de su método didáctico, al punto que podía decirse que en sus apuntes el texto estaba para explicar el dibujo, y no éste para ilustrar a aquél, por lo que Da Vinci ha sido reconocido como el creador de la moderna ilustración científica.


Aunque Leonardo no parece que se preocupara demasiado por formar su propia escuela, en su taller milanés se creó poco a poco un grupo de fieles aprendices y alumnos: Giovanni Boltraffio, Ambrogio de Predis, Andrea Solari, su inseparable Salai, entre otros; los estudiosos no se han puesto de acuerdo aún acerca de la exacta atribución de algunas obras de este período, tales como la Madona Litta o el retrato de Lucrezia Crivelli। Contratado en 1483 por la hermandad de la Inmaculada Concepción para realizar una pintura para la iglesia de San Francisco, Leonardo emprendió la realización de lo que sería la celebérrima Virgen de las Rocas, cuyo resultado final, en dos versiones, no estaría listo a los ocho meses que marcaba el contrato, sino veinte años más tarde. La estructura triangular de la composición, la gracia de las figuras, el brillante uso del famoso sfumato para realzar el sentido visionario de la escena, convierten a ambas obras en una nueva revolución estética para sus contemporáneos.
Leonardo ya era reconocido como uno de los mayores maestros de Italia। En 1501 había causado admiración con su Santa Ana, la Virgen y el Niño; en 1503 recibió el encargo de pintar un gran mural (el doble del tamaño de La última cena) en el palacio Viejo: la nobleza florentina quería inmortalizar algunas escenas históricas de su gloria। Leonardo trabajó tres años en La batalla de Angheri, que quedaría inconclusa y sería luego desprendida por su deterioro। Importante por los bocetos y copias, éstas admirarían a Rafael e inspirarían, un siglo más tarde, una célebre de Peter Paul Rubens.









Ya entre 1506 - 1513 el interés de Leonardo por los estudios científicos era cada vez más intenso: asistía a disecciones de cadáveres, sobre los que confeccionaba dibujos para describir la estructura y funcionamiento del cuerpo humano. Al mismo tiempo hacía sistemáticas observaciones del vuelo de los pájaros (sobre los que planeaba escribir un tratado), en la convicción de que también el hombre podría volar si llegaba a conocer las leyes de la resistencia del aire (algunos apuntes de este período se han visto como claros precursores del moderno helicóptero).

Absorto por estas cavilaciones e inquietudes, Leonardo no dudó en abandonar Florencia cuando en 1506 Charles d'Amboise, gobernador francés de Milán, le ofreció el cargo de arquitecto y pintor de la corte; honrado y admirado por su nuevo patrón, Da Vinci proyectó para él un castillo y ejecutó bocetos para el oratorio de Santa Maria dalla Fontana, fundado por aquél. Su estadía milanesa sólo se interrumpió en el invierno de 1507 cuando, en Florencia, colaboró con el escultor Giovanni Francesco Rustici en la ejecución de los bronces del baptisterio de la ciudad.


Quizás excesivamente avejentado para los cincuenta años que contaba entonces, su rostro fue tomado por Rafael como modelo del sublime Platón para su obra La escuela de Atenas. Leonardo, en cambio, pintaba poco dedicándose a recopilar sus escritos y a profundizar sus estudios: con la idea de tener finalizado para 1510 su tratado de anatomía trabajaba junto a Marcantonio della Torre, el más célebre anatomista de su tiempo, en la descripción de órganos y el estudio de la fisiología humana. El ideal leonardesco de la «percepción cosmológica» se manifestaba en múltiples ramas: escribía sobre matemáticas, óptica, mecánica, geología, botánica; su búsqueda tendía hacia el encuentro de leyes funciones y armonías compatibles para todas estas disciplinas, para la naturaleza como unidad. Paralelamente, a sus antiguos discípulos se sumaron algunos nuevos, entre ellos el joven noble Francesco Melzi, fiel amigo del maestro hasta su muerte. Junto a Ambrogio de Predis, Leonardo culminó en 1508 la segunda versión de La Virgen de las Rocas; poco antes, había dejado sin cumplir un encargo del rey de Francia para pintar dos madonnas.


El 2 de mayo de 1519 murió en Cloux; su testamento legaba a Melzi todos sus libros, manuscritos y dibujos, que éste se encargó de retornar a Italia. Como suele suceder con los grandes genios, se han tejido en torno a su muerte algunas leyendas; una de ellas, inspirada por Vasari, pretende que Leonardo, arrepentido de no haber llevado una existencia regido por las leyes de la Iglesia, se confesó largamente y, con sus últimas fuerzas, se incorporó del lecho mortuorio para recibir antes de expirar, los sacramentos.

Mona Lisa – Leonardo Da Vinci.











Fresco de la Última cena – Leonardo Da Vinci.






Rafael Sanzio:



Pintor, arquitecto y escultor italiano. Su verdadero nombre era Raffaello Santi o Sanzio. Nació en Urbino, el 6 de abril de 1483. Su padre era pintor, así es que fue su primer maestro.
Quedó huérfano a los once años, tras la muerte de su madre, en 1491, y de su padre, en 1494. Pasó por las casas de distintos familiares, hasta llegar a la de Timoteo Viti, de quien fue su aprendiz. Antes de cumplir los 17, en el año 1500, fue enviado donde el pintor Pietro Perugino, que le enseñó las técnicas pictóricas de finales del siglo XV, incluido el empleo del óleo, que era un método nuevo importado de Flandes. También aprendió la técnica del fresco o pintura mural.
Su primera obra maestra fue "Los desposorios de la Virgen". Bajo la influencia de Perugino realizó algunas madonnas y "Las Tres Gracias".


En 1504 se fue a vivir a Florencia, donde estudió arte. Allí conoció a Leonardo y Miguel Ángel. Realizó "Madonas con el niño", el retrato "Joven con la manzana" y su obra maestra "Mujer encinta". En 1508 viajó a Roma y empezó a trabajar bajo el mecenazgo del papa Julio II, quien le encomendó la decoración de los aposentos privados del pontífice en el Vaticano, las famosas cuatro stanze. Tras la muerte de Julio II, en 1513, continuó durante el pontificado de León X hasta 1517.

Rafael realizó sus primeros trabajos arquitectónicos al diseñar varias iglesias de Roma, como la Capilla Chigi en la iglesia de Santa María del Popolo.
Construyó el palacio Branconio dell'Aquila en Roma y proyectó los planos de una villa para Julio de Médicis, más tarde papa Clemente VII. También construyó la iglesia de San Eligio degli Orefici.

Fue nombrado asistente del arquitecto Bramante en las obras del Vaticano, de las cuales se hizo cargo a la muerte de este, en 1514. De esta forma, asumió la dirección de los trabajos de la Basílica de San Pedro y concluyó el patio de San Dámaso.
Entre 1515 y 1516 diseñó los bocetos de diez tapices con los actos de los apóstoles, destinados a la Capilla Sixtina, y fue nombrado jefe de antigüedades en Roma, a cargo de todas las excavaciones arqueológicas de esta ciudad y sus alrededores. De este período también son los retratos de "Julio II", "León X", "Baldessar Castiglione" y "Donna Velata".
Su culminación la alcanza con la "Madonna Sixtina" (1512-1514), pintada para los monjes de San Sixto en Picaenza.


Murió a los 37 años, el 6 de abril de 1520. Sus exequias fueron celebradas en el Vaticano y asistió toda la aristocracia, que lo conoció como el "príncipe de los pintores", y el mundo artístico de la época. Fue enterrado en el Panteón de Roma.
Pintó unos 50 cuadros de la Virgen y la Sagrada Familia, otros sobre la vida de Cristo, como "Crucifixión" o "El entierro de Cristo", los santos y los famosos frescos de las estancias del Vaticano.



Sagrada Familia – Rafael Sanzio










Las Tres Gracias – Rafael Sanzio.












Miguel Angel Buonarroti:



Nació en la villa de Caprese, cerca de la ciudad toscana de Arezzo, en 1475. Su verdadero nombre era Michelangelo Buonarroti. A los 6 años quedó huérfano de madre. Desde pequeño se enfrentó a su padre para poder estudiar pintura. A los 13 años se trasladó a Florencia, donde ingresó en el taller de Domenico Ghirlandaio, que lo introdujo en el círculo de los humanistas que rodeaban al mecenas Lorenzo de Médicis, el Magnífico. Como su protegido, trabajó y estudió bajo la supervisión de Bertoldo di Giovanni (discípulo de Donatello) en los jardines de su villa, donde los Médicis tenían una valiosa colección de esculturas antiguas. De esta época son sus relieves “Combate de los centauros contra los lapitas” y la “Virgen de la escalera”, obras que sorprendieron a los artistas de la época por su dinamismo.

Tras la muerte de Lorenzo (1492), viajó a Venecia y a Bolonia. Esculpió “Hércules”, que fue adquirido por el rey de Francia, Francisco I. También trabajó en el arca de mármol que guarda los restos de Santo Domingo de Guzmán.
De regreso en Florencia esculpió “San Juan Niño” y “Cupido durmiendo”. En 1496 se radicó en Roma y trabajó para Rafael Riario, cardenal de San Jorge. Esculpió un “Cupido” y “Baco ebrio”. Después, desde 1498, sus obras se centrarían principalmente en temáticas religiosas.

Su obra maestra de esta época es la “Piedad”, escultura de mármol que esculpió para la Basílica de San Pedro en el Vaticano. En 1501 se le encargó realizar las 15 figuras de la capilla Piccolomini, en la catedral de Siena. Entre 1501 y 1505 de nuevo residió en Florencia. En 1504 terminó su famoso “David”, que se encuentra en la Academia de Bellas Artes de dicha ciudad. En este tiempo también pintó el medallón de la “Sagrada Familia”, actualmente en el museo de los Uffizi, y el fresco de la “Batalla de Cascina”, para la sala del consejo del Palacio Vecchio.
En 1505 volvió a Roma para diseñar y hacer la tumba del papa Julio II, que incluía más de 40 figuras de tamaño natural. Interrumpió esta obra cuando el propio papa le encomendó la decoración de la bóveda (techo) de la Capilla Sixtina, considerada una de las mayores obras de arte de todos los tiempos.

Con la restauración de los Médicis, volvió a Florencia y se dedicó a la capilla Medicea, sepulcro de los Médicis (1521) en la iglesia de San Lorenzo, considerada la obra de conjunto más completa y personal de Miguel Ángel. Además de las bellas esculturas, esta capilla fue su primer proyecto como arquitecto. El segundo fue la Laurenziana, la biblioteca de los Médicis.

En el período republicano que siguió a la caída de los Médicis, Miguel Ángel proyectó la fortificación de la ciudad ante los ataques de los ejércitos papal e imperial.Con Florencia derrotada, en 1534, se radicó definitivamente en Roma para continuar con la tumba de Julio II, presidida por su famoso “Moisés”. También trabajó en la pared del altar de la Capilla Sixtina, que terminó en 1541.

En los últimos años de su vida se dedicó a la arquitectura. Sustituyó a Antonio da Sangallo en la dirección de las obras del Vaticano, realizó los planos de la cúpula de la Basílica de San Pedro, que no alcanzó a ver concluida. Además, terminó el Palacio Farnesio -que había sido iniciado 30 años antes-, construyó la Porta Pia, urbanizó la plaza del Capitolio de Roma y proyectó otras obras que no se concretaron.
Entre sus últimos trabajos destacan la “Pietà de Palestrina” y la “Pietà Rondanini”, que quedó inconclusa, y obras menores, como el busto de Bruto. También escribió “Rimes”, obra poética considerada una de las grandes obras de la literatura italiana. Al parecer, sus sonetos fueron inspirados por la poetisa Vittoria Colonna.

Murió en Roma, donde pasó sus últimos 30 años, a los 89, el 18 de febrero de 1564. Sus restos descansan en la iglesia Santa Cruz, en un sepulcro erigido por su amigo, discípulo y biógrafo Giorgio Vasari, en Florencia.





La creación de Adan – Miguel Angel.





No hay comentarios: