La Crucifixión – Miguel Angel.











Sir Francis Bacon:




Filósofo y político inglés. Su padre era un alto magistrado en el gobierno de Isabel I, y fue educado por su madre en los principios del puritanismo calvinista. Estudió en el Trinity College de Cambridge y en 1576 ingresó en el Gray's Inn de Londres para estudiar leyes, aunque pocos meses después marchó a Francia como miembro de una misión diplomática. En 1579, la muerte repentina de su padre lo obligó a regresar precipitadamente y a reemprender sus estudios, falto de recursos para llevar una vida independiente.

En 1582 empezó a ejercer la abogacía, y fue magistrado cuatro años más tarde. En 1584 obtuvo un escaño en la Cámara de los Comunes por mediación de su tío, el barón de Burghley, a la sazón lord del Tesoro; durante treinta y seis años se mantuvo como parlamentario y fue miembro de casi todas las comisiones importantes de la cámara baja. La protección de Robert Devereux, segundo conde de Essex, le permitió acceder al cargo de abogado de la reina.
Su situación mejoró con la subida al trono de Jacobo I, quien lo nombró procurador general en 1607, fiscal de la Corona en 1613 y lord canciller en 1618, además de concederle los títulos de barón Verulam de Verulam y de vizconde de St. Albans. Sin embargo, en 1621, procesado por cohecho y prevaricación, fue destituido de su cargo y encarcelado. Aunque fue puesto en libertad al poco tiempo, ya nunca recuperó el favor real.

Durante toda su carrera persiguió una reforma coherente de las leyes y el mantenimiento del Parlamento y los tribunales a salvo de las incursiones arbitrarias de los gobernantes; pero, sobre todo, su objetivo era la reforma del saber. Su propósito inicial era redactar una inmensa «historia natural», que debía abrir el camino a una nueva «filosofía inductiva», aunque la acumulación de cargos públicos le impidió el desarrollo de la tarea que se había impuesto, a la que, de hecho, sólo pudo dedicarse plenamente los últimos años de su vida.


Sometió todas las ramas del saber humano aceptadas en su tiempo a revisión, clasificándolas de acuerdo con la facultad de la mente (memoria, razón o imaginación) a la que pertenecían; llamó a este esquema «la gran instauración», y muchos de los escritos dispersos que llegó a elaborar, como El avance del conocimiento (Advancement of Learning, 1605) -superado más tarde por el De augmentis scientiarum-, estaban pensados como partes de una Instauratio magna final.


Galileo Galilei.





Físico y astrónomo italiano. Fue el primogénito del florentino Vincenzo Galilei, músico por vocación aunque obligado a dedicarse al comercio para sobrevivir. En 1574 la familia se trasladó a Florencia, y Galileo fue enviado un tiempo -quizá como novicio- al monasterio de Santa Maria di Vallombrosa, hasta que, en 1581, su padre lo matriculó como estudiante de medicina en la Universidad de Pisa. Pero en 1585, tras haberse iniciado en las matemáticas fuera de las aulas, abandonó los estudios universitarios sin obtener ningún título, aunque sí había adquirido gusto por la filosofía y la literatura.


En 1589 consiguió una plaza, mal remunerada, en el Estudio de Pisa. Allí escribió un texto sobre el movimiento, que mantuvo inédito, en el cual criticaba los puntos de vista de Aristóteles acerca de la caída libre de los graves y el movimiento de los proyectiles; una tradición apócrifa, pero muy divulgada, le atribuye haber ilustrado sus críticas con una serie de experimentos públicos realizados desde lo alto del Campanile de Pisa.

En 1592 pasó a ocupar una cátedra de matemáticas en Padua e inició un fructífero período de su vida científica: se ocupó de arquitectura militar y de topografía, realizó diversas invenciones mecánicas, reemprendió sus estudios sobre el movimiento y descubrió el isocronismo del péndulo. En 1599 se unió a la joven veneciana Marina Gamba, de quien se separó en 1610 tras haber tenido con ella dos hijas y un hijo.

En julio de 1609 visitó Venecia y tuvo noticia de la fabricación del anteojo, a cuyo perfeccionamiento se dedicó, y con el cual realizó las primeras observaciones de la Luna; descubrió también cuatro satélites de Júpiter y observó las fases de Venus, fenómeno que sólo podía explicarse si se aceptaba la hipótesis heliocéntrica de Copérnico. Galileo publicó sus descubrimientos en un breve texto, El mensajero sideral, que le dio fama en toda Europa y le valió la concesión de una cátedra honoraria en Pisa.

En 1611 viajó a Roma, donde el príncipe Federico Cesi lo hizo primer miembro de la Accademia dei Lincei, fundada por él, y luego patrocinó la publicación (1612) de las observaciones de Galileo sobre las manchas solares. Pero la profesión de copernicanismo contenida en el texto provocó una denuncia ante el Santo Oficio; en 1616, tras la inclusión en el Índice de libros prohibidos de la obra de Copérnico, Galileo fue advertido de que no debía exponer públicamente las tesis condenadas.

Su silencio no se rompió hasta que, en 1623, alentado a raíz de la elección del nuevo papa Urbano VIII, publicó El ensayador, donde expuso sus criterios metodológicos y, en particular, su concepción de las matemáticas como lenguaje de la naturaleza. La benévola acogida del libro por parte del pontífice lo animó a completar la gran obra con la que pretendía poner punto final a la controversia sobre los sistemas astronómicos, y en 1632 apareció, finalmente, su Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo; la crítica a la distinción aristotélica entre física terrestre y física celeste, la enunciación del principio de la relatividad del movimiento, así como el argumento del flujo y el reflujo del mar presentado (erróneamente) como prueba del movimiento de la Tierra, hicieron del texto un verdadero manifiesto copernicano.


El Santo Oficio abrió un proceso a Galileo que terminó con su condena a prisión perpetua, pena suavizada al permitírsele que la cumpliera en su villa de Arcetri. Allí transcurrieron los últimos años de su vida, ensombrecidos por la muerte de su hija Virginia, por la ceguera y por una salud cada vez más quebrantada. Consiguió, con todo, acabar la última de sus obras, los Discursos y demostraciones matemáticas en torno a dos nuevas ciencias, donde, a partir de la discusión sobre la estructura y la resistencia de los materiales, demostró las leyes de caída de los cuerpos en el vacío y elaboró una teoría completa sobre el movimiento de los proyectiles. El análisis galileano del movimiento sentó las bases físicas y matemáticas sobre las que los científicos de la siguiente generación edificaron la mecánica física.

Nicolás Copérnico.






Astrónomo polaco, conocido por su teoría Heliocéntrica que había sido descrita ya por Aristarco de Samos, según la cual el Sol se encontraba en el centro del Universo y la Tierra, que giraba una vez al día sobre su eje, completaba cada año una vuelta alrededor de él.
Copérnico nació el 19 de febrero de 1473 en la ciudad de Thorn (hoy Toru), en el seno de una familia de comerciantes y funcionarios municipales. El tío materno de Copérnico, el obispo Ukasz Watzenrode, se ocupó de que su sobrino recibiera una sólida educación en las mejores universidades. Copérnico ingresó en la Universidad de Cracovia en 1491, donde comenzó a estudiar la carrera de humanidades; poco tiempo después se trasladó a Italia para estudiar derecho y medicina. En enero de 1497, Copérnico empezó a estudiar derecho canónico en la Universidad de Bolonia.

En 1500, Copérnico se doctoró en astronomía en Roma. Al año siguiente obtuvo permiso para estudiar medicina en Padua (la universidad donde dio clases Galileo, casi un siglo después). Aunque nunca se documentó su graduación como Médico practicó la profesión por seis años en Heilsberg. A partir de 1504 fue canónigo de la diócesis de Frauenburg. Durante estos años publicó la traducción del Griego de las cartas de Theophylactus (1509), estudió finanzas y en 1522 escribió un memorando sobre reformas monetarias.

Sus trabajos de observación astronómica practicados en su mayoría como ayudante en Bolonia del profesor Doménico María de Novara dejan ver su gran capacidad de observación. Fue gran estudioso de los autores clásicos y además se confesó como gran admirador de Ptolomeo cuyo Almagesto estudió concienzudamente. Después de muchos años finalizó su gran trabajo sobre la teoría heliocéntrica en donde explica que no es el Sol el que gira alrededor de la Tierra sino al contrario.Esta teoría sin embargo también requería de complicados mecanismos para la explicación de los movimientos de los planetas, debido a la perfección de la esfera. Estimulado por algunos amigos Copérnico pública un resumen en manuscrito, en sus comentarios establece su teoría en 6 axiomas, reservando la parte matemática para el trabajo principal que se publicaría bajo el título "Sobre las revoluciones de las esferas celestes".

A partir de aquí la teoría heliocéntrica comenzó a expandirse. Rápidamente surgieron también sus detractores, siendo los primeros los teólogos protestantes aduciendo causas bíblicas. En 1616 La iglesia Católica colocó el trabajo de Copérnico en su lista de libros prohibidos.La obra de Copérnico sirvió de base para que, más tarde, Galileo, Brahe y Kepler pusieran los cimientos de la astronomía moderna.



Isaac Newton:









Científico inglés, nacido en Woolsthorpe, Lincolnshire, autor de la teoría de la gravitación universal; sus investigaciones y la metodología científica empleada, constituyen la verdadera culminación de la llamada revolución científica. A los 18 años ingresó en el Trinity College, de Cambridge, y a los 26, en 1669, es nombrado profesor Lucasiano de matemáticas de esta misma universidad. En esta época ya había realizado investigaciones en matemáticas, mecánica celeste y óptica.

En 1672 es nombrado miembro de la Royal Society. En febrero de este mismo año, comunica en carta dirigida a Oldenburg, secretario de esta corporación, su teoría sobre la composición de la luz y de los colores y en 1675 envía a la Royal Society su Hipótesis sobre la luz. Esta Sociedad reconstruye con éxito el experimento de Newton en su propia sede, el 27 de abril de 1676.




La agria controversia suscitada por su teoría de la luz y el hecho de pasar a representar personalmente a la universidad ante el Parlamento, hacen que Newton se retire de la actividad científica pública, dedicándose sólo a sus investigaciones científicas y a experimentos de alquimia. En 1682, el paso del cometa «Halley» le incita a reemprender sus estudios de mecánica celeste y la visita del propio Halley, en 1684, le sirve de ocasión a Newton para revelar su descubrimiento de la teoría de la gravitación universal. Este mismo año inicia la polémica con Leibniz, con motivo de un libro de éste sobre el cálculo, acerca de quién debía ser considerado primer descubridor del cálculo infinitesimal.

En 1687 aparece su obra más importante, Principios matemáticos de la filosofía natural, los Principia, obra que consta de tres libros: los dos primeros establecen las bases teóricas de la mecánica clásica -expuesta según un método matemático-geométrico que, luego, aplica en el libro tercero a los movimientos celestes, determinando de esta manera, y precisándola cuantitativamente, la existencia de la gravitación universal: fuerza por la que dos cuerpos cualesquiera en el universo se atraen según el producto de sus masas y el inverso del cuadrado de su distancia. Presupuesto y teorema fundamental de la teoría es la consideración de todos los cuerpos a modo de masas puntuales concentradas en su centro.




Dos veces, 1689 y 1701, es elegido miembro del Parlamento como representante de la universidad de Cambridge; en 1696 es nombrado inspector de la Casa de la Moneda y luego en 1699 director de la misma; en 1703 es elegido presidente de la Royal Society, sucediendo a Robert Hooke (1635-1703) en este cargo, que desempeña hasta su muerte.
En 1704 publica la Óptica, o tratado de la luz y los colores, que reproduce los estudios realizados en su juventud, y en 1705 es nombrado por la reina «caballero». En 1706 aparecen sus lecciones de álgebra que llevan el título de Arithmetica universalis. En sus últimos 25 años de vida Newton ya no publica investigaciones científicas de importancia, y actúa sobre todo como influyente presidente de la Royal Society y director de la casa de la Moneda.


Una serie de manuscritos dejados a su muerte, conocidos como «Colección Portsmouth», lo revelan como hombre interesado por la alquimia, la teología y los textos herméticos y los bíblicos, que interpretaba en sentido literal.
Desde el punto de vista de la historia de la ciencia, Newton logra explicar el movimiento de los cuerpos celestes con los mismos principios del movimiento con que caen los cuerpos: la órbita elíptica de los cuerpos celestes (según la primera ley de Kepler) es la resultante de un movimiento de inercia (principio formulado por Galileo) y la fuerza de atracción del Sol, cuyo valor establece de acuerdo con la tercera ley de Kepler (directamente proporcional al producto de las masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia). Los planetas caen hacia el Sol -o la Luna hacia la Tierra- igual como la manzana sobre la superficie terrestre: «todo cae». Este «sistema del mundo», que unifica bajo las mismas leyes todo el universo, resulta posible gracias a la descripción ideal matemática que de él ha hecho Newton, juzgada como la más cercana a la realidad hasta el momento.


El método que sigue Newton es el método galileano de análisis y síntesis, en el que hay que distinguir el momento de la observación, el experimento y la inducción o generalización de lo observado (análisis), mediante el cual se llega a los principios, esto es, a las causas y a las fuerzas a que se atribuyen los fenómenos, y el momento en que se explican desde los principios y causas los fenómenos observados. Él mismo afirma, en su Reglas del filosofar, con las que inicia el libro III de los Principia, que las hipótesis no pueden «debilitar» los razonamientos fundados en la inducción.

El método mejor y más seguro de filosofar parece consistir, en primer lugar, en inquirir con diligencia las propiedades de las cosas, estableciendo dichas propiedades con experimentos, para proceder luego más lentamente a formular hipótesis para explicarlas. Porque las hipótesis deberían estar orientadas exclusivamente a explicar las propiedades de las cosas, pero no han de asumirse para determinarlas; excepto en la medida en que puedan suministrar experimentos. Pues, si la posibilidad de las hipótesis ha de ser la prueba de la verdad y realidad de las cosas, no veo el modo de alcanzar la certeza en ninguna ciencia, pues es imposible ingeniar varias hipótesis que parezcan superar nuevas dificultades. Por tanto, hemos estimado aquí necesario dejar de lado cualquier hipótesis, por ser ajena a nuestro objetivo de considerar en abstracto la fuerza de la objeción, para que pueda recibir una solución más plena y general.



“Más, hasta el momento, no he logrado descubrir, partiendo de los fenómenos, la causa de aquellas propiedades de la gravedad y no fraguo hipótesis, pues ha de ser tenido por hipótesis todo aquello que no se deduzca de los fenómenos y en la filosofía experimental no caben las hipótesis, sean metafísicas o físicas, de cualidades ocultas o mecánicas”.



Racionalismo y el arte:


Rembrant marco un cambio, el hombre es lo mas importante, el arte es mas realista, esta lo cotidiano, parte la naturaleza muerta, en la arquitectura hay mas simetría y geometría. La música tiene más implicaciones matemáticas.


Racionalismo y Política:


Soberano quien ostenta el poder. Dios da el poder al pueblo y ellos de dan el poder al soberano, los racionalistas determinan que el soberano no será Dios, sino el pueblo.




Thomas Hobbes:









Desarrolla teorías empiristas, el rey era absolutista, pugna con el parlamento, gana este y limita el poder del rey “Revolución Gloriosa” muere el rey Carlos Estuardo y Hobbes era promarquico, se va a Francia y escribe “Leviatham” es un monstruo mítico, que tiene en una mano el báculo que es el poder temporal y en la otra la espada. El hombre nace en estado natural, que es un caos, es malo no puede vivir idea de los dos estados, a través del pacto, el estado debe ser castigador.

John Locke:









El hombre es bueno tiene derechos; de propiedad, libertad y de vida, la propiedad es el más importante porque garantiza los otros derechos, separa los poderes del estado, legislativo que define la ley, el ejecutivo ejecuta la ley, y el federativo posibilidad de unirse a los otros poderes, el pacto protege a los poderes.



Montesquieu:









No es pactista, “El espíritu de las Leyes” lo mas importante es la ley, es cierta y absoluta, separación de poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, la ley es inmutable, el crimen es lo que esta escrito, lo que no, no lo es. Ningún poder es más importante que el otro.

Rousseau:



Algunos errores de la sociedad son por sus ideas. Es deísta, ilustración es la luz de la razón. Las ciencias y las artes esclavizan al hombre. Es necesario la igualdad de todos los hombres, un régimen igualitario de deberes y derechos. La fuente de todo mal es la desigualdad es la propiedad privada porque es mala.

Contrato Social:


Los hombres nacen con completa igualdad y con cierta bondad. El sedentarismo de paso a la propiedad privada, esto lleva a un estado de lucha, ponen leyes y dan fin a la igualdad y libertad de estado natural. Frente al mal, todo hombre entrega su libertad. Siendo parte del todo elige a su gobernante y recupera la bondad perdida, la voluntad general no se equivoca, hay 3 tipos de voluntad, la individual, de todos y la general, la mayoría no se equivoca. El contrato social es recuperar el equilibrio, hay fe social, la fe religiosa se pierde.


Racionalismo y Economía:


Adam Smith, busca relación de causa y efecto, influido por el empirismo de Hume, la economía se consideraba como una rama de la filosofía. El sistema económico era por el país que tuviera mas oro, el país mas rico del s XVI era España, dentro de su teoría de ética aplica que el hombre es egoísta, se preocupa primero por el y luego por los demás, en Francia conoce a los Fisiócratas que dicen que la economía circula, se basan en el gobierno de naturaleza, las leyes deben adecuarse a el. La economía circula sola, el gobierno no debe intervenir, el mercado se autorregula, en “La Riquezas de las Naciones” todos los hombres quieren vivir mejor, la sociedad debe explotar sus recursos, los hombres necesitan ayuda de los demás y no pueden esperar.



Adam Smith:


--> Idea de división de Trabajos.
--> La riqueza de las naciones esta en la producción.

Economista escocés. Hijo de un interventor de aduanas, a la edad de catorce años ingresó en la Universidad de Glasgow, donde fue discípulo de Francis Hutcheson, profesor de filosofía moral. Graduado en 1740, ganó una beca en el Balliol College de Oxford, en el que adquirió formación en filosofía. Ejerció la docencia en Edimburgo, y a partir de 1751, en Glasgow, como profesor de lógica y filosofía moral.


En 1759 publicó Teoría de los sentimientos morales, obra profundamente influida por el utilitarismo de Bentham y Mill en la que describía la formación de los juicios morales en el marco de un «orden natural» de ámbito social, y sobre cuyos principios basaría su posterior liberalismo económico.
Smith veía en el comportamiento humano la presencia de una dualidad entre razón e impulsos pasionales. La naturaleza humana, individualista y racional al mismo tiempo, empuja al hombre tanto al enfrentamiento como a la creación de instituciones destinadas a la consecución del bien común. Expuso además la creencia en una «mano invisible» armonizadora de los intereses individuales en el marco de la actividad colectiva.


En 1763 abandonó Glasgow y aceptó (por recomendación de David Hume) un empleo en Francia como preceptor del joven duque de Buccleuch, hijastro del canciller del Exchequer Charles Townshend. En Francia conoció a Turgot, Quesnay y otros economistas fisiócratas y enciclopedistas de la época. Residió principalmente en Toulouse y París, ciudad desde la que tuvo que regresar a Londres debido al asesinato del hermano del duque de Buccleuch. En el curso de una corta estancia en Ginebra conoció a Voltaire.


En Francia inició la redacción de su obra más importante, la Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones (An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations), dividida en cinco libros, que terminó de escribir durante seis años en su pueblo natal de Kirkcaldy, cerca de Edimburgo, y publicó después de una estancia de tres años en Londres, en 1776.

Teoría de los Sentimientos Morales --> Los hombres son egoístas, las personas están preocupadas de su bienestar y de las personas cercanas a ellos, familia y amigos.

Libre Mercado:


Es la mano invisible, alienta o desalienta la producción y regula el mercado y los precios. Acepta la producción de algo que vale mas para la sociedad que la materia prima. La competencia depende de los precios, y hay que satisfacer la demanda de los consumidores.


División del Trabajo:


Lo que hace aumentar la riqueza de las naciones es la división del trabajo, de esta forma cada trabajador desarrolla mas habilidades y destrezas en su tarea particular, así el trabajador desperdicia menos tiempo enfocándose en una sola tarea que pasando de una tarea a otra.
El trabajo especializado permite el avance tecnológico, diversidad de las tarifas salariales. Smith no prometió que con la división del trabajo se diera la riqueza de las naciones, para esto también se necesita la libertad de comercio entre los fabricantes, proveedores, pueblos y ciudades, la riqueza de una nación crece si los mercados se expanden.

Leonardo Da Vinci:


Nació en 1452 en la villa toscana de Vinci, hijo natural de una campesina, Caterina y de Ser Piero, un rico notario florentino Italia era entonces un mosaico de ciudades-estados como Florencia, pequeñas repúblicas como Venecia y feudos bajo el poder de los príncipes o el papa.
Su enorme curiosidad se manifestó tempranamente, dibujando animales mitológicos de su propia invención, inspirados en una profunda observación del entorno natural en el que creció. Giorgio Vasari, su primer biógrafo, relata cómo el genio de Leonardo, siendo aún un niño, creó un escudo de Medusa con dragones que aterrorizó a su padre cuando se topó con él por sorpresa.
Cuando cumplió catorce años, ingreso como aprendiz en el taller de Andrea del Verrocchio, en donde, a lo largo de los seis años que el gremio de pintores prescribía como instrucción antes de ser reconocido como artista libre, aprendió pintura, escultura, técnicas y mecánicas de la creación artística. El primer trabajo suyo del que se tiene certera noticia fue la construcción de la esfera de cobre proyectada por Brunelleschi para coronar la Iglesia de Santa María di Fiori. Junto al taller de Verrocchio, además, se encontraba el de Antonio Pollaiuollo, en donde Leonardo hizo sus primeros estudios de anatomía y, quizá, se inició también en el conocimiento del latín y el griego.

Estimulado por la dramática peste que asoló a Milán y cuya causa veía Leonardo en el hacinamiento y suciedad de la ciudad, proyectó espaciosas villas, hizo planos para canalizaciones de ríos e ingeniosos sistemas de defensa ante la artillería enemiga.








Resultó sobre todo fecunda su amistad con el matemático Luca Pacioli, fraile franciscano que en 1494 publicó su tratado de la Divina proportione, ilustrada por Leonardo। Ponderando la vista como el instrumento de conocimiento más certero con que cuenta el ser humano, Leonardo sostuvo que a través de una atenta observación debían reconocerse los objetos en su forma y estructura para describirlos en la pintura de la manera más exacta. De este modo el dibujo se convertía en el instrumento fundamental de su método didáctico, al punto que podía decirse que en sus apuntes el texto estaba para explicar el dibujo, y no éste para ilustrar a aquél, por lo que Da Vinci ha sido reconocido como el creador de la moderna ilustración científica.


Aunque Leonardo no parece que se preocupara demasiado por formar su propia escuela, en su taller milanés se creó poco a poco un grupo de fieles aprendices y alumnos: Giovanni Boltraffio, Ambrogio de Predis, Andrea Solari, su inseparable Salai, entre otros; los estudiosos no se han puesto de acuerdo aún acerca de la exacta atribución de algunas obras de este período, tales como la Madona Litta o el retrato de Lucrezia Crivelli। Contratado en 1483 por la hermandad de la Inmaculada Concepción para realizar una pintura para la iglesia de San Francisco, Leonardo emprendió la realización de lo que sería la celebérrima Virgen de las Rocas, cuyo resultado final, en dos versiones, no estaría listo a los ocho meses que marcaba el contrato, sino veinte años más tarde. La estructura triangular de la composición, la gracia de las figuras, el brillante uso del famoso sfumato para realzar el sentido visionario de la escena, convierten a ambas obras en una nueva revolución estética para sus contemporáneos.
Leonardo ya era reconocido como uno de los mayores maestros de Italia। En 1501 había causado admiración con su Santa Ana, la Virgen y el Niño; en 1503 recibió el encargo de pintar un gran mural (el doble del tamaño de La última cena) en el palacio Viejo: la nobleza florentina quería inmortalizar algunas escenas históricas de su gloria। Leonardo trabajó tres años en La batalla de Angheri, que quedaría inconclusa y sería luego desprendida por su deterioro। Importante por los bocetos y copias, éstas admirarían a Rafael e inspirarían, un siglo más tarde, una célebre de Peter Paul Rubens.









Ya entre 1506 - 1513 el interés de Leonardo por los estudios científicos era cada vez más intenso: asistía a disecciones de cadáveres, sobre los que confeccionaba dibujos para describir la estructura y funcionamiento del cuerpo humano. Al mismo tiempo hacía sistemáticas observaciones del vuelo de los pájaros (sobre los que planeaba escribir un tratado), en la convicción de que también el hombre podría volar si llegaba a conocer las leyes de la resistencia del aire (algunos apuntes de este período se han visto como claros precursores del moderno helicóptero).

Absorto por estas cavilaciones e inquietudes, Leonardo no dudó en abandonar Florencia cuando en 1506 Charles d'Amboise, gobernador francés de Milán, le ofreció el cargo de arquitecto y pintor de la corte; honrado y admirado por su nuevo patrón, Da Vinci proyectó para él un castillo y ejecutó bocetos para el oratorio de Santa Maria dalla Fontana, fundado por aquél. Su estadía milanesa sólo se interrumpió en el invierno de 1507 cuando, en Florencia, colaboró con el escultor Giovanni Francesco Rustici en la ejecución de los bronces del baptisterio de la ciudad.


Quizás excesivamente avejentado para los cincuenta años que contaba entonces, su rostro fue tomado por Rafael como modelo del sublime Platón para su obra La escuela de Atenas. Leonardo, en cambio, pintaba poco dedicándose a recopilar sus escritos y a profundizar sus estudios: con la idea de tener finalizado para 1510 su tratado de anatomía trabajaba junto a Marcantonio della Torre, el más célebre anatomista de su tiempo, en la descripción de órganos y el estudio de la fisiología humana. El ideal leonardesco de la «percepción cosmológica» se manifestaba en múltiples ramas: escribía sobre matemáticas, óptica, mecánica, geología, botánica; su búsqueda tendía hacia el encuentro de leyes funciones y armonías compatibles para todas estas disciplinas, para la naturaleza como unidad. Paralelamente, a sus antiguos discípulos se sumaron algunos nuevos, entre ellos el joven noble Francesco Melzi, fiel amigo del maestro hasta su muerte. Junto a Ambrogio de Predis, Leonardo culminó en 1508 la segunda versión de La Virgen de las Rocas; poco antes, había dejado sin cumplir un encargo del rey de Francia para pintar dos madonnas.


El 2 de mayo de 1519 murió en Cloux; su testamento legaba a Melzi todos sus libros, manuscritos y dibujos, que éste se encargó de retornar a Italia. Como suele suceder con los grandes genios, se han tejido en torno a su muerte algunas leyendas; una de ellas, inspirada por Vasari, pretende que Leonardo, arrepentido de no haber llevado una existencia regido por las leyes de la Iglesia, se confesó largamente y, con sus últimas fuerzas, se incorporó del lecho mortuorio para recibir antes de expirar, los sacramentos.

Mona Lisa – Leonardo Da Vinci.











Fresco de la Última cena – Leonardo Da Vinci.






Rafael Sanzio:



Pintor, arquitecto y escultor italiano. Su verdadero nombre era Raffaello Santi o Sanzio. Nació en Urbino, el 6 de abril de 1483. Su padre era pintor, así es que fue su primer maestro.
Quedó huérfano a los once años, tras la muerte de su madre, en 1491, y de su padre, en 1494. Pasó por las casas de distintos familiares, hasta llegar a la de Timoteo Viti, de quien fue su aprendiz. Antes de cumplir los 17, en el año 1500, fue enviado donde el pintor Pietro Perugino, que le enseñó las técnicas pictóricas de finales del siglo XV, incluido el empleo del óleo, que era un método nuevo importado de Flandes. También aprendió la técnica del fresco o pintura mural.
Su primera obra maestra fue "Los desposorios de la Virgen". Bajo la influencia de Perugino realizó algunas madonnas y "Las Tres Gracias".


En 1504 se fue a vivir a Florencia, donde estudió arte. Allí conoció a Leonardo y Miguel Ángel. Realizó "Madonas con el niño", el retrato "Joven con la manzana" y su obra maestra "Mujer encinta". En 1508 viajó a Roma y empezó a trabajar bajo el mecenazgo del papa Julio II, quien le encomendó la decoración de los aposentos privados del pontífice en el Vaticano, las famosas cuatro stanze. Tras la muerte de Julio II, en 1513, continuó durante el pontificado de León X hasta 1517.

Rafael realizó sus primeros trabajos arquitectónicos al diseñar varias iglesias de Roma, como la Capilla Chigi en la iglesia de Santa María del Popolo.
Construyó el palacio Branconio dell'Aquila en Roma y proyectó los planos de una villa para Julio de Médicis, más tarde papa Clemente VII. También construyó la iglesia de San Eligio degli Orefici.

Fue nombrado asistente del arquitecto Bramante en las obras del Vaticano, de las cuales se hizo cargo a la muerte de este, en 1514. De esta forma, asumió la dirección de los trabajos de la Basílica de San Pedro y concluyó el patio de San Dámaso.
Entre 1515 y 1516 diseñó los bocetos de diez tapices con los actos de los apóstoles, destinados a la Capilla Sixtina, y fue nombrado jefe de antigüedades en Roma, a cargo de todas las excavaciones arqueológicas de esta ciudad y sus alrededores. De este período también son los retratos de "Julio II", "León X", "Baldessar Castiglione" y "Donna Velata".
Su culminación la alcanza con la "Madonna Sixtina" (1512-1514), pintada para los monjes de San Sixto en Picaenza.


Murió a los 37 años, el 6 de abril de 1520. Sus exequias fueron celebradas en el Vaticano y asistió toda la aristocracia, que lo conoció como el "príncipe de los pintores", y el mundo artístico de la época. Fue enterrado en el Panteón de Roma.
Pintó unos 50 cuadros de la Virgen y la Sagrada Familia, otros sobre la vida de Cristo, como "Crucifixión" o "El entierro de Cristo", los santos y los famosos frescos de las estancias del Vaticano.



Sagrada Familia – Rafael Sanzio










Las Tres Gracias – Rafael Sanzio.












Miguel Angel Buonarroti:



Nació en la villa de Caprese, cerca de la ciudad toscana de Arezzo, en 1475. Su verdadero nombre era Michelangelo Buonarroti. A los 6 años quedó huérfano de madre. Desde pequeño se enfrentó a su padre para poder estudiar pintura. A los 13 años se trasladó a Florencia, donde ingresó en el taller de Domenico Ghirlandaio, que lo introdujo en el círculo de los humanistas que rodeaban al mecenas Lorenzo de Médicis, el Magnífico. Como su protegido, trabajó y estudió bajo la supervisión de Bertoldo di Giovanni (discípulo de Donatello) en los jardines de su villa, donde los Médicis tenían una valiosa colección de esculturas antiguas. De esta época son sus relieves “Combate de los centauros contra los lapitas” y la “Virgen de la escalera”, obras que sorprendieron a los artistas de la época por su dinamismo.

Tras la muerte de Lorenzo (1492), viajó a Venecia y a Bolonia. Esculpió “Hércules”, que fue adquirido por el rey de Francia, Francisco I. También trabajó en el arca de mármol que guarda los restos de Santo Domingo de Guzmán.
De regreso en Florencia esculpió “San Juan Niño” y “Cupido durmiendo”. En 1496 se radicó en Roma y trabajó para Rafael Riario, cardenal de San Jorge. Esculpió un “Cupido” y “Baco ebrio”. Después, desde 1498, sus obras se centrarían principalmente en temáticas religiosas.

Su obra maestra de esta época es la “Piedad”, escultura de mármol que esculpió para la Basílica de San Pedro en el Vaticano. En 1501 se le encargó realizar las 15 figuras de la capilla Piccolomini, en la catedral de Siena. Entre 1501 y 1505 de nuevo residió en Florencia. En 1504 terminó su famoso “David”, que se encuentra en la Academia de Bellas Artes de dicha ciudad. En este tiempo también pintó el medallón de la “Sagrada Familia”, actualmente en el museo de los Uffizi, y el fresco de la “Batalla de Cascina”, para la sala del consejo del Palacio Vecchio.
En 1505 volvió a Roma para diseñar y hacer la tumba del papa Julio II, que incluía más de 40 figuras de tamaño natural. Interrumpió esta obra cuando el propio papa le encomendó la decoración de la bóveda (techo) de la Capilla Sixtina, considerada una de las mayores obras de arte de todos los tiempos.

Con la restauración de los Médicis, volvió a Florencia y se dedicó a la capilla Medicea, sepulcro de los Médicis (1521) en la iglesia de San Lorenzo, considerada la obra de conjunto más completa y personal de Miguel Ángel. Además de las bellas esculturas, esta capilla fue su primer proyecto como arquitecto. El segundo fue la Laurenziana, la biblioteca de los Médicis.

En el período republicano que siguió a la caída de los Médicis, Miguel Ángel proyectó la fortificación de la ciudad ante los ataques de los ejércitos papal e imperial.Con Florencia derrotada, en 1534, se radicó definitivamente en Roma para continuar con la tumba de Julio II, presidida por su famoso “Moisés”. También trabajó en la pared del altar de la Capilla Sixtina, que terminó en 1541.

En los últimos años de su vida se dedicó a la arquitectura. Sustituyó a Antonio da Sangallo en la dirección de las obras del Vaticano, realizó los planos de la cúpula de la Basílica de San Pedro, que no alcanzó a ver concluida. Además, terminó el Palacio Farnesio -que había sido iniciado 30 años antes-, construyó la Porta Pia, urbanizó la plaza del Capitolio de Roma y proyectó otras obras que no se concretaron.
Entre sus últimos trabajos destacan la “Pietà de Palestrina” y la “Pietà Rondanini”, que quedó inconclusa, y obras menores, como el busto de Bruto. También escribió “Rimes”, obra poética considerada una de las grandes obras de la literatura italiana. Al parecer, sus sonetos fueron inspirados por la poetisa Vittoria Colonna.

Murió en Roma, donde pasó sus últimos 30 años, a los 89, el 18 de febrero de 1564. Sus restos descansan en la iglesia Santa Cruz, en un sepulcro erigido por su amigo, discípulo y biógrafo Giorgio Vasari, en Florencia.





La creación de Adan – Miguel Angel.